Durante mucho tiempo se ha utilizado la ignorancia de los pueblos para ejercer presiones y fuerzas contrarias al statu-quo establecido y así lograr deformar las mentes e incluso la historia con resultados lamentables.
Como personas pensantes, es nuestra obligación difundir la educación y la academia incluso más allá de nuestro entorno, para promover unidad y empatía en el conglomerado con metas de superación armoniosa y cada vez más altas, pues el galardón estará a la mano y debe ser ejemplo para otros.
Sabiendo superar con valor y fe los pequeños obstáculos humanos, lograremos establecer un camino hacia el mayor conocimiento y propagación del mismo con beneficio para todos, es decir, uniendo esfuerzos, dedicación, recursos y experiencias basados en las virtudes estaremos avanzando por el camino de la salvación.
Estudiemos siempre y vivamos aprendiendo para saber hacer un trabajo bien hecho para la gloria de Dios.
Con cariño,
Raymond
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